Pocos nombres son tan reconocidos en la caficultura del último siglo como el de René Coste, el ingeniero agrícola francés al que debemos una de las recopilaciones más completas de datos sobre la botánica del café.

Coste nació 1907, en Valréas, una pequeña población de la región de Provenza-Alpes- Costa Azul, en Francia. Desde pequeño siempre demostró un gran apego con todo lo relacionado con las plantas, y eso le llevó, al finalizar sus estudios de secundaria, hasta la Escuela de Agricultura de Nueborg, donde obtuvo su primera titulación. Poco tiempo después, en 1926, recibió su licenciatura en Ingeniería Agrícola Colonial que le sirvió como pasaporte a África, donde se erigió como un gran promotor de la nueva caficultura y del cultivo de cacao.

En su primer trabajo en África Central, Coste se dedicó a estudiar la cultura del café en Kenia. Para tener la certeza de recopilar los datos correctos, se instaló durante un tiempo en diferentes plantaciones, donde recogió información sobre los cafetos, realizó estudios fitosanitarios de los terrenos y de los árboles y observó las técnicas de producción. René Coste quedó entusiasmado por el café y, también, por la gente del café, tanto que extendió su trabajo con datos interesantes sobre sus condiciones de vida y métodos de trabajo.

Esta recopilación le sirvió de base para sus trabajos futuros en África, donde a lo largo de diferentes estancias, contribuyó a mejorar de forma definitiva la calidad de cafés de orígenes como Camerún o Costa de Marfil que, de mano de este ingeniero francés, no solo empezaron a posicionarse en el mercado internacional, sino que lo hicieron entre las mejores calidades del momento.

UN CAMINO DE ÉXITO HACIA LA CALIDAD

Un ejemplo de este trabajo fue el que realizó en los cafetales de la población camerunesa de Foumban, donde René Coste se instaló con su mujer entre 1932 y 1934. Hasta el momento de su llegada, la producción allí era pobre y de poca calidad. Coste apostó por poner en práctica todo lo que había aprendido en Kenia y empezaron a trabajar con selección de plantones en grandes extensiones de tierra y pronto las nuevas técnicas de cultivo se hicieron indispensables, logrando dar un giro completo a la producción. El resultado fue el nacimiento de nuevos y prósperos cafetales, con un alto rendimiento en sacos y en valor de la mercancía.

CAMERÚN, EL CAFÉ DE COSTE

Fue en esa época que René Coste creó la “Coopérative des planteurs de Café d’Arabie du Pays Bamoun”- un modelo embrionario de las actuales organizaciones africanas de caficultores – y abrió un beneficio, donde se procesó el primer café Arábica producido el error, certificando el origen camerunés del café de Coste, igual que su altísima calidad.

Es así que durante varios años, René Coste incursionó en el comercio de café con Europa, aunque su verdadera vocación fue siempre investigar y transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones de ingenieros agrícolas que él quería que le ayudarán a conseguir para el café africano, el salto definitivo hacia la calidad que él siempre presupuso. Todo ello le llevó a aceptar en 1938 el cargo de Inspector Adjunto del Director de la primera Escuela Superior de Agricultura de Ultramar en Camerún, donde su trabajo resultó vital en el desarrollo de una nueva era para la caficultura del país.

CAFETOS Y CAFÉS DEL MUNDO

De hecho, los resultados fueron tan buenos que tras la Segunda Guerra Mundial fue requerido para colaborar en los servicios agrícolas de las Islas Mauricio, Madagascar y Reunión, donde, de nuevo, su afán investigador lo convirtió en pieza fundamental del desarrollo, en este caso, de la producción de caña de azúcar y de aceites esenciales en estos territorios.

Desde ese momento René Coste siguió trabajando con el café, aunque también con otros productos como el cacao, del que también se convirtió en un gran especialista. En 1950 fue solicitado por el gobierno francés para levantar el cultivo de cacao en Camerún y Nigeria, consiguiendo en unos años llevar a este primer país al liderazgo mundial del cacao.

En 1956 René Coste creó por encargo del gobierno francés el primer Centro de Investigación de Café y Cacao en Costa de Marfil y tan solo un año después, los logros conseguidos le llevaron a ser nombrado director general del Instituto Francés de estos dos productos.

En esa época, además, Coste publicó su trabajo de investigación sobre el café bajo el título “Cafetos y Cafés del Mundo”, una obra divida en tres volúmenes, que hoy día sigue siendo material de consulta para investigadores de café de todo el mundo. Era la recopilación de datos más completa hasta ese momento sobre el cafeto, su cultivo, el beneficio y el comercio del café

Fuente: Jean-Jaques Perriot