Tomando como base y precio medio de venta de un café, 1,20€, el incremento de un sólo kilo de café más a la semana en un establecimiento de hostelería puede suponer para ese negocio una facturación extra de 43.000 euros en 5 años. Si a ello le sumamos que el café suele ir acompañado de algún producto más, el aporte a las arcas es todavía mayor.
Y si es importante ofrecer a nuestro cliente un buen café para que repita visita a nuestro establecimiento, lo es también para asegurarnos la nada menospreciable aportación que este producto puede aportar al punto crítico en la base nuestro negocio y que en establecimientos de restauración convencional puede suponer entre un 5 – 10% de todo lo que compone el servicio, mientras que un negocio enfocado a una oferta de cafetería, este porcentaje se puede incrementar hasta el 33%.
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