El café es mucho más que una bebida, es un ritual matutino, una pausa en el día, una chispa de inspiración. Pero… ¿qué sucede cuando se habla de café sin cafeína? ¿Puede un expreso descafeinado realmente «despertar» y activar nuestra mente igual que un café normal?
El mito: solo la cafeína nos da energía
Tradicionalmente, se ha asumido que la capacidad estimulante del café proviene únicamente de la presencia de Cafeína. Esta molécula es la protagonista del espectáculo cuando hablamos de «alerta», «concentración» y «rendimiento cognitivo». De hecho, estudios clásicos muestran que beber café con cafeína mejora la atención y reduce el tiempo de reacción.
El nuevo giro: incluso el café descafeinado tiene efecto
Una investigación reciente publicada en revistas reconocidas sugiere que consumir café descafeinado también podría mejorar la sensación de estar más despierto y mejorar el estado de ánimo, comparado con un placebo (bebida sin café).
Por ejemplo, se demostró que tanto el café normal como el descafeinado aumentaron las puntuaciones de alerta frente a placebo.
¿Qué está pasando entonces? ¿Qué mecanismos están detrás?
¿Qué otros componentes del café podrían intervenir?
El café puede ser una mezcla compleja de compuestos: además de cafeína, incluye otros agregados y micronutrientes. Es decir, existen estudios que sugieren que el café sin cafeína mejoró la sensación de alerta frente a placebo gracias a componentes distintos de la cafeína. Además, otro informe destaca que las expectativas del consumidor tienen un papel clave: el simple hecho de oler, saborear o reconocer el café puede activarnos.
¿Entonces el café descafeinado ‘espabila’ realmente?
La respuesta breve es: sí, pero con matices. Está confirmado que la cafeína (regular) produce mejoras claras en atención, velocidad de reacción y estado de ánimo. Con el café descafeinado, también se observan incrementos subjetivos en alerta frente a placebo, aunque los efectos son generalmente más moderados que con cafeína.
También hay estudios que no encuentran mejoras significativas en el rendimiento psicomotor tras tomarlo.
Al fin y al cabo, el café es una experiencia completa: aroma, textura, compañerismo… y sí, también un empujón para tu mente, incluso si la taza dice “descafeinado”.




